-Que día feo- expresé a mis escasos 11 años, mientras miraba por la ventana las nubes grises que se veían en el cielo.
-Eso de los días lindos y feos en realidad no existe- me dijo él -los días son solamente días, ni feos ni lindos, eso depende de a quien le guste cada clima. Hay gente a la que le gustan los días soleados, otra a la que le gustan los días de lluvia y gente que prefiere los días de otoño-
Esa fue una de las conversaciones-lecciones que tuve con mi tío Juan Carlos. Hace unos días se fue de nosotros cuando el cielo tenía nubes grises, como de las que me hablo ese día. Ese día se hizo como el viento: puede ser que no lo vea, pero eso no significa que no está ahí.
Para mi tío, que ahora es como el viento de otoño.

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